Pequeña muestra
XLI
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que
abatirme!...
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que
arrancarme!...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el
choque...
¡No pudo ser!
Lee
esta rima de G. A. Bécquer sobre la ruptura de dos enamorados. ¿Serías capaz de
traducir el poema al lenguaje cotidiano?
Barbastro 2-10-2019
Querido amor imposible:
Te escribo esta carta,
aunque no sé si la leerás algún día.
Nuestro amor es como un eclipse
solar (tú el Sol y yo la Tierra).
Desde que te vi aquel día en
la playa no he podido dejar de pensar en ti, aquel verano fuiste mi amor
imposible.
No puedo creer lo que pasó
en aquel parque de atracciones, te vi, sí a ti; durante un instante se me paró
el corazón, pero el destino no quiso que estuviéramos juntos.
Vi como te alejabas. Intenté
correr entre la multitud, pero me tropecé y caí al suelo.
Cuando levanté la mirada, ya
no estabas ahí. No sé si te volveré a
ver, pero quiero que sepas que te quiero, te quise y te
querré.
Siempre tuyo,
Lucas
No hay comentarios:
Publicar un comentario